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El jabón de Marsella se fabrica saponificando una mezcla de aceites vegetales. Conocido por sus propiedades limpiadoras e hidratantes, se utiliza tanto para la higiene personal como para otros fines, como productos para el hogar. ¿Le gustaría adoptar este producto? He aquí algunas razones para utilizar el jabón de Marsella.
Jabón de Marsella: un producto ecológico
El jabón de Marsella tiene propiedades que lo convierten en un producto muy respetuoso con el medio ambiente. Se considera una alternativa ecológica a los productos de limpieza y mantenimiento del hogar. El jabón de Marsella tiene un impacto mucho menor en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida. El jabón de Marsella sólido requiere muchos menos envases, lo que lo convierte en un producto mucho más respetuoso con el medio ambiente.
Además de estar fabricado a partir de recursos renovables, el jabón de Marsella es un producto cuyo uso diario no perjudica ni a nuestra salud ni al planeta. Se fabrica en gran parte a partir de sal y agua, por lo que es 100% biodegradable. Además, en comparación con otros jabones importados que tienen que recorrer miles de kilómetros antes de llegar a sus manos, la huella de carbono asociada al jabón de Marsella es muy limitada, ya que se fabrica en Francia.
La fábrica de jabón Marius Fabre fabrica ahora sus jabones de Marsella sin aceite de palma.
Jabón de Marsella: un producto natural
Además de sus propiedades ecológicas, el jabón de Marsella es un producto completamente natural. Se elabora a partir de una mezcla de aceites vegetales (72%) y sosa cáustica a temperatura relativamente elevada. Por tanto, el jabón de Marsella no contiene conservantes, colorantes ni productos petroquímicos. Su fabricación lo convierte en un producto inalterable. Por ello, es un remedio muy recomendado por los dermatólogos para el tratamiento de personas con piel sensible.
Jabón de Marsella: ¡fabricado en Francia!
Si prefiere los productos «Made in France», el jabón de Marsella es la elección perfecta. El auténtico jabón de Marsella se fabrica en Francia, concretamente en la región de Marsella. La región de Marsella alberga varias fábricas tradicionales de jabón, entre ellas Marius Fabre, que representan más del 30% de la producción del país.
Como la mayoría de los productos «Made in France», el jabón de Marsella está sometido a una reglamentación muy estricta y le ofrece una garantía de autenticidad. En definitiva, el jabón de Marsella es un producto que debe elegir si le preocupa tanto proteger el medio ambiente como mantener su piel sana. No dude en comprarlo si lo necesita.